Es normal que cuando la madre comienza a producir calostro, el niño lactante haga las cacas un poquito más sueltas, pero los beneficios de este tipo de leche superan con muuchas creces esa leve diarrea transitoria, que además no va acompañada de vómitos o fiebre como sí sucede cuando hay gastroenteritis o virus intestinal.
El calostro tiene ese efecto ligeramente laxante para ayudar al bebé a expulsar el meconio.